Se trata de atender las necesidades de todos aquellos que lo necesitan, sin distinguir por la raza, por la condición social, la religión, la cultura, al igual que tampoco se trata solo de centrarse en las personas con algún trastorno o discapacidad. La educación inclusiva está a la disposición de todo aquel que necesite de su ayuda.
Las principales características que la diferencian del modelo tradicional son las siguientes:
- Es un enfoque que se centra en analizar las características propias de cada niño para así determinar el tipo de apoyo que necesita mientras que el enfoque tradicional se centra en diagnosticar a que categoría pertenece cada niño para tratar de solucionar el déficit.
- La educación inclusiva se centra en la clase mientras que la tradicional lo hace en el alumno.
Los principales
objetivos de la educación inclusiva son los siguientes:
- Incluir social y académicamente a todos los estudiantes con la finalidad de no sufrir marginaciones durante su educación.
- No hacer distinciones entre programas especiales para alumnos con necesidades determinadas.
- Atender a las necesidades de todos los alumnos según sus propias características.
- Ofrecer igualdad de oportunidades.
- Mostrar solidaridad y fomentar la participación de los alumnos en el aula.
- Establecer buenas relaciones con las familias.
- Promocionar la inclusión de los niños en todos los ámbitos laborales y sociales.
Pero, ¿cómo
podemos hacer todo esto en el aula?
Pues bien, para
ello necesitamos llevar a cabo algunas pautas como son:- Conocer bien a todos nuestros alumnos por ello se podrán utilizar preguntas y juegos para que mediante la observación se les pueda llegar a conocer correctamente.
- Utilizar métodos activos que fomenten el pensamiento crítico de manera que los niños puedan proponer posibles soluciones ante las problemáticas del mundo que les rodea con la finalidad de que todos los niños tomen parte de la conversación.
- Llevar a cabo diferentes tipos de evaluación ya que no todos los niños aprenden de la misma forma.
- Aceptar las propuestas de los niños para hacerles partícipes de su propio aprendizaje.
- Proponer metas complicadas a los estudiantes que les supongan un reto que alcanzar.
- Aplicar la Teoría de Gardner sobre las Inteligencias Múltiples que sostiene que existen diversos tipos de inteligencia y que por ello es necesario potenciar cada una de ellas.
Desde mi punto de
vista todos los niños tienen el derecho a recibir el mismo tipo de educación,
ya sean de distinta raza, de distinta religión o sufran de una discapacidad que
les permita seguir el ritmo a sus compañeros. No se trata de aislar sino de
incluir y ayudar para que eso pueda llevarse a cabo correctamente. Pero, para
ello, somos nosotros quienes debemos de cambiar primero, debemos cambiar
nuestra mentalidad para dejar de hacer exclusiones sin sentido que puedan hacer
daño a los demás.
En este vídeo que
os acabo de mostrar podemos observar cómo algunas personas con Síndrome de Down
nos explican en qué consiste esta discapacidad y cómo se sienten ellos mismos
ante los comentarios de las personas con las que conviven.
No he podido
evitar sentir por dentro un sentimiento de culpabilidad sobre todo a medida que
acababa el vídeo al ver las sonrisas de muchos de ellos porque me he dado
cuenta de que a pesar de las dificultades que pueden tener y el rechazo social aun
así son felices con lo que tienen, entre ellos y con los demás mientras que el
resto de las personas lloramos o nos entristecemos por cosas materiales mucho
más insignificantes.
Esto es lo que sí se debe conseguir:
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