Yo, como muchos de vosotros,
tampoco conocía lo que era la Escuela de Padres pero gracias a una buena
elección que hicimos mis compañeros y yo, sin saberlo en el tema del trabajo,
hemos podido descubrirlo y me gustaría compartirlo con todos vosotros.
Las Escuelas de Padres son los
lugares donde los padres o tutores legales pueden desarrollar una parentalidad
positiva a través del aprendizaje de pautas educativas y habilidades creando un
entorno agradable para los menores.
Y bien, ¿qué quiere decir eso?
Estas escuelas se encargan de
guiar y orientar a las familias para educar y aprender métodos que favorezcan
la comunicación, el crecimiento integral de sus hijos, pero sobre todo se
encarga de guiar a los padres hacia una participación absoluta en el proceso de
aprendizaje de sus hijos.
Los principales objetivos que
pretende conseguir este lugar son los siguientes:
·
Crear espacios de reflexión y comunicación en la familia.
· Fomentar la participación activa por parte de los padres en el proceso de
aprendizaje de sus hijos.
· Identificar problemáticas en la familia o en sus hijos
· Facilitar a los padres
y madres recursos y habilidades que posibiliten el crecimiento integral de sus
hijos y del grupo familiar.
·
Aprender a conocer los
gustos y necesidades de sus hijos.
A pesar de que desconocía sobre lo que esto significaba, me
alegra que hoy en día existan este tipo de instituciones ya que se deben de
tener en cuenta muchos factores externos aparte de la educación en el centro y
de eso es de lo que se encargan este tipo de escuelas, de ayudar a los padres a
redirigir y a educar a sus hijos desde sus casas.
En el siguiente vídeo que os voy a adjuntar podemos ver a
unos padres sobreprotectores que, aún creyendo que hacen todo lo mejor por su
hija, lo único que consiguen es humillarla delante de todos sus amigos. Lo que
se pretende mostrar en el vídeo es la importancia que tiene una buena
comunicación y el conocer los gustos de los hijos por eso, es importante que en
estas escuelas de padres se enseñen estas habilidades para potenciar una buena
relación entre ellos y así poder ayudarles en todo momento y conocerles
mejor.
No se trata de castigar, sino de educar.
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